lunes, 21 de mayo de 2007

OCULTACIÓN DE LOS DOGMAS QUE PROCLAMAN LA REALIDAD DEL ALMA HUMANA Y DE LA VIDA ETERNA

En la Misa de San Pío V estos dogmas son afirmados con toda claridad. Después que el sacerdote muestra a los fieles el Cordero de Dios, estos responden: "Señor, no soy digno de que entréis en mi casa, pero decid una sola palabra y MI ALMA será sana".
En la Misa de Pablo VI los fieles responden: "Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme".
En la Misa de San Pío V el sacerdote al dar la Sagrada Comunión a los fieles dice: "Que el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo guarde TU ALMA para la VIDA ETERNA".
En la nueva Misa el sacerdote dice únicamente: "El Cuerpo de Cristo".
Los dogmas que proclaman la realidad del alma humana y de la vida eterna quedan completamente ocultos.
¿No tiene mayor importancia?... Recordemos que no es lo mismo hacer un acto de fe explícita que dejar de hacerlo.
Curiosamente en la generación de la reforma litúrgica se ha oscurecido en muchísimos la conciencia sobre la realidad del alma humana y sobre la vida eterna. ¿Será por falta de hacer actos explicitos de fe?
No es tan difícil encontrarse con católicos que no llegan a comprender la abismal diferencia entre un animal y una persona. Para muchos su perro es "casi" persona, y en algunos casos habría que borrar el "casi".
También nos encontramos numerosos católicos con un absoluto olvido y descuido personal acerca de la vida eterna. Incluso los hay que niegan la resurrección, mientras otros, que también se dicen católicos, aceptan errores como la reencarnación.
Y es que cuando se "reza mal" se termina "creyendo mal".