jueves, 8 de marzo de 2007

MAHONY EL VIBRADOR

Preguntado su Eminencia, el Cardenal de Los Ángeles, sobre el Motu Proprio que liberaría el Rito Romano de la Misa responde: "De 5 millones de Católicos, sólo un puñado está interesado en
la Misa latina. Debo concentrarme en el 99% que necesita una Misa vibrante que los incluya en la celebración".
Pues muy bien que anda "Su Ocurrencia". Yo creía que un miembro del Sacro Colegio debía concentrarse en el bien de las almas, suprema ley de la Iglesia. Y en el bien de todas las almas, no sólo del 99% de las almas. ¿Acaso el puñado de las otras no son de Dios? ¿Quién se tiene que concentrar en ellas, entonces? ¿Que se muera de asco el puñado?...
Dice, además, "Su Impertinencia" que el 99% necesita una Misa vibrante. Yo creía que lo que realmente necesitaban los fieles era la Santa Misa, sin más. Porque la Santa Misa vale por sí misma, por el torrente de gracias que de ella se derivan. Según Monseñor Mahony lo que los fieles necesitan son Misas vibrantes. Será porque Nuestro Señor Jesucristo, a secas, no es vibrante y por lo tanto necesita de Mahony y de sus "actores" para encender los ánimos del público.
Pero es que además dice "Su Insolencia" que la Misa vibrante incluye a los fieles en la celebración. Pues mira tú que pena... Resulta que los Apóstoles, los Santos Padres, San Agustín, Santo Tomás, Santa Teresa de Jesús, San Juan Bosco, etc... Toda la pléyade de Santos anteriores al revoltijo litúrgico se han quedado sin Misa; se han quedado fuera de la celebración, porque nadie les agasajó con la Misa vibrante. ¿Cómo hace Dios estas cosas? ¿Cómo se le ocurre haber dejado durante dos mil años a su Iglesia y a sus Santos sin Mahony y sin Misa vibrante?
Ya ven ustedes, así andan en la Cúpula de la Santa Romana Iglesia. Cómo andarán en los bajos fondos... Pues nada, Mahony, a vibrar que son dos días...