martes, 6 de marzo de 2007

¿SE ACABARÁ POR FIN EL RECREO?

Según ha informado hoy la Santa Sede el próximo martes día 13 se hará la presentación oficial de la Exhortación Apostólica "Sacramentum Caritatis".

A nadie se le oculta la tremenda expectación existente en la Iglesia en los últimos meses respecto de dicho documento y del posible Motu Proprio que devolvería al Rito Romano de la Santa Misa, anterior al Novus Ordo, los derechos legítimos que camarada Buan- nombre masón de Annibale Bugnini- y comparsa intentaron conculcar por todos los medios - ilegítimos a todas luces teniendo en cuenta la Bula "Quo primum tempore"del Papa San Pío V. Según dicha Bula: "En nombre de Nuestra Autoridad Apostólica Nos concedemos y acordamos que este mismo Misal podrá ser seguido en totalidad en la misa cantada o leída en todas las iglesias, sin ningún escrúpulo de conciencia y sin incurrir en ningún castigo, condenación o censura y que podrá válidamente usarse, libre y lícitamente y esto a perpetuidad".

Benedicto XVI está convencido de que la "devolución" del Rito Romano a toda la Iglesia es una cuestión de justicia. Y lo hará. Seguro que lo hará, pese a los aullidos de los lobos que están rabiosos y pese a las tretas de los neogalicanos.

La cuestión que nos ocupa, sin embargo, ahora es la de la Exhortación Post-Sinodal.¿Logrará dar la puntilla al revoltijo litúrgico postconciliar? ¿Después de casi cuarenta años habrá llegado ya la bendita hora en que la Santa Sede diga con seriedad y energía a todos los Obispos del mundo que el recreo por fin se ha terminado?. Ojalá que sea así, para exhaltación de la fe católica y para bien de las almas. En la Iglesia de papel postconciliar, en la que se amontonan papeles y más papeles a los que nadie hace caso, provocando así un deterioro espantoso de la autoridad, ¿logrará dicha Exhortación frenar los abusos, crear un clima de mayor respeto hacia la Sagrada Liturgia y abrir un camino de recuperación del sentido de lo sagrado? ¡Quiéralo Dios! Aunque para ello hará falta algo más que un documento: todo el empeño y la energía de Roma. Y ,aún antes que nada, que suene fuerte la campana para los Señores Obispos: "El Recreo se acabó. Roma locuta".