sábado, 13 de octubre de 2007

SOBRE OBISPOS, CURAS Y LA MISA TRADICIONAL

A partir del Motu Proprio Summorum Pontificum se entiende que hay un único Rito Romano con dos formas: la forma ordinaria (Misal de Pablo VI) y la forma extraordinaria (Misal de 1962). Siguiendo esta lógica algunos obispos ya han manifestado públicamente su decisión de exigir a los futuros curas que salgan del seminario el saber celebrar las dos formas del único Rito Romano. Cualquiera que tenga un mínimo de sentido común juzgará dicha decisión como la actitud más propia y correcta que cabría esperar de los obispos. Eso sí que es buscar el bien espiritual de todos los fieles. Eso es lo propio de un obispo que verdaderamente quiere ser padre y pastor de todos aquellos que le han sido encomendados. Esa es la actitud propia de un obispo católico que ha de gobernar la porción que le ha sido encomendada en perfecta comunión con el Papa, Pastor Supremo y universal de la Iglesia. Todo lo que se salga de ahí es más bien deslealtad, debilitamiento de la comunión eclesial y un juego macabro a convertir las diócesis en pequeños reinos de taifas en los que cada uno de esos obispos pretende ser un sumo pontífice en miniatura. Vamos, que la cosa tiene más que ver con el espíritu autocéfalo de los ortodoxos o liberal de de los protestantes, que con el genuino espíritu católico. La publicación del Motu Proprio ha servido también para que todos los de la "cáscara amarga" se hayan echado a las armas comenzando a disparar: "que se exija a cuantos desean celebrar el rito extraordinario pruebas públicas de que no ponen en duda la legitimidad del rito de Pablo VI". Estos que llevan cuarenta años haciendo lo que realmente les da la gana se nos presentan ahora como guardianes de la ortodoxia.Pues bien, siguiendo su lógica ¿no habría que exigir a todos estos, obispos y curas, que den pruebas públicas de que admiten la legitimidad y la ortodoxia del Misal que durante siglos y siglos ha usado la Iglesia? Estos obispos y estos curas inflamados de celo apostólico y doctrinal a la hora de defender el Misal de Pablo VI, ¿manifiestan el mismo celo y la misma pureza doctrinal defendiendo y amando la lex orandi multisecular de la Iglesia? Pues den prueba de su catolicidad celebrando también el rito extraordinario. Si el Papa les obligara a ello veríamos que pasaría... Por lo tanto, igual que hacen ellos, mientras se nieguen a celebrar también conforme al Misal de 1962, es legítimo que los demás dudemos o pongamos en entredicho su adhesión a la fe de siempre, a la Iglesia de siempre, a la doctrina de siempre y a lo que siempre la Iglesia ha entendido y enseñado qué es la Santa Misa. ¿No será que para muchos o para todos estos su "Iglesia" nació en 1962 y su lex orandi en 1969?. Manifiesten lo contrario y si quieren ser creíbles cojan el Misal de 1962 y empiecen... Sí, ustedes también señores obispos, ustedes también.