domingo, 29 de abril de 2007

LA CONSAGRACIÓN DEL PAN Y DEL VINO ( I I )

"PRO MULTIS" NO QUIERE DECIR "POR TODOS LOS HOMBRES"
En el Catecismo Romano según Decreto del Concilio de Trento, mandado publicar por San Pío V, leemos:
"Respecto a las palabras que se añaden, pro vobis et pro multis, las primeras están tomadas de San Lucas y las otras de San Mateo, pero que las juntó seguidamente la Santa Iglesia, instruida por el Espíritu de Dios. Y están apropiadas para manifestar el fruto y las ventajas de la Pasión. Porque si atendemos a su valor, habrá que reconocer que el Salvador derramó su Sangre por la salvación de todos; pero si nos fijamos en el fruto que de ella sacan los hombres, fácilmente comprenderemos que su utilidad no se extiende a todos, sino únicamente a muchos. Luego, cuando dijo pro vobis, dio a entender, o a los que estaban presentes, o a los escogidos del pueblo judío, cuáles eran sus discípulos, excepto Judas, con los cuales estaba hablando. Y cuando añadió pro multis, quiso se entendieran los demás elegidos de entre los judíos o de los gentiles. Perfectamente, pues, obró, no diciendo por todos, ya que entonces sólo hablaba de los frutos de su Pasión, la cual sólo para los escogidos produce frutos de salvación. A esto se refieren las palabras del Apóstol ( Hebr. 9, 28): Cristo ha sido una sola vez sacrificado para quitar de raíz los pecados de muchos; y lo que dijo el Señor, según San Juan (Jn 17, 9): Por ellos ruego Yo: No ruego por el mundo, sino por estos que me diste, porque tuyos son". (Parte II, cap. IV. nº 24).
Si la forma válida de la Consagración del vino es sólo : Hic est calix Sanguinis mei, la fórmula de dicha Consagración expuesta por la liturgia "oficial" española es válida, aunque a todas luces ilícita, y por tanto , es válida la Misa.
En cambio, si la forma válida de la Consagración del vino es : Hic est calix Sanguinis mei novi et aeterni testamenti, qui pro vobis et pro multis effundetur in remissionem peccatorum, no es válida la fórmula de la Consagración del vino expuesta por la liturgia "oficial" española, por la razón de traducir pro multis por por todos los hombres. En tal caso, la Misa es inválida, es decir, no hay Misa, aunque haya habido verdadera Consagración del pan, y, por tanto, se pueda recibir la sagrada Comunión.
Se podrá objetar que basta la buena intención, lo cual es falso.
Si el que bautiza dice tan sólo: Ego te baptizo in nomine Patris, el bautismo es inválido, no hay bautismo, por recta intención que tenga de bautizar, pues le falta acabar la fórmula válida: et Filii, et Spiritus Sancti. Lo propio puede decirse acerca de la fórmula de absolución del sacramento de la Penitencia". ( Daniel Boira. Revista Roma)
Hace tan sólo unos meses que la Santa Sede, a través de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, ha establecido el plazo de dos años para que se corrija en los misales la falsa traducción "por todos los hombres" y se ponga "por muchos".
Han tenido que pasar casi cuarenta años para subsanar dicho error. Una vez más nos preguntamos qué espíritu guió realmente la reforma litúrgica. ¿ Es que no sabían el catecismo? ¿No sería un espíritu de soberbia, despreciativo de las sagradas tradiciones de la Iglesia? ¿No sería un espíritu de arrogancia y de abuso que en su atrevimiento no se detuvo siquiera ante lo más sagrado de la Misa como es la Consagración? ¿Y qué dicen ahora los señores Obispos ante la decisión de Roma de corregir la falsa traducción? Cuando estos hechos fueron denunciados, hace casi cuarenta años, los denunciantes fueron tachados de lo peor. ¿Y ahora que Roma interviene?¿Es que lo que ayer era mentira hoy es verdad? ¿Es que la verdad se sustenta en sí misma o en quién la proclama? Esto no ha hecho más que empezar. Mayores cosas veremos. Pero la autoridad ha quedado a la altura del betún. Y , tristemente, seguirá quedando. Lo único que nos duele son todos los sufrimientos causados a tantos hermanos por una auténtica persecución habida durante todos estos años. Nos duele todo el daño que se ha hecho y se hace a la Iglesia. Nos duele ese "espíritu extraño"que ha intentado hacerse con el poder en la Iglesia y que no representa ni es el verdadero espíritu católico. Y todo ello con la colaboración de muchos de sus Pastores. Sirvan tantos sufrimiento para gloria de Dios, bien de las almas y exaltación de la fe católica. Concédanos Dios, por intercesión de la Madre de la Iglesia, que el orden y la pureza de la fe vuelvan a reinar en todo el orbe católico.