lunes, 28 de mayo de 2007

LA FE DE LA IGLESIA

"Si alguno no confiesa, de conformidad con los Santos Padres, que la santa Madre de Dios y siempre virgen e inmaculada María, propiamente y según la verdad, concibió del Espíritu Santo, sin cooperación viril, al mismo Verbo de Dios, que antes de todos los siglos nació de Dios Padre, e incorruptiblemente le engendró, permaneciendo indisoluble su virginidad incluso después del parto, sea condenado" ( concilio de Letrán)

LA VIRGINIDAD PERPETUA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

"Los protestantes admiten la expresión que aparece en San Lucas de "La Virgen María", pero no pueden soportar la de "María siempre Virgen", ya que niegan obstinadamente el dogma de la virginidad perpetua de la Madre de Dios.
Para no molestar a los heréticos, el nuevo rito ha sustituido en varios lugares la expresión "María siempre Virgen" por "La Virgen María", que dista bastante de tener el mismo significado". ( FORTS DANS LA FOI)

lunes, 21 de mayo de 2007

OCULTACIÓN DE LOS DOGMAS QUE PROCLAMAN LA REALIDAD DEL ALMA HUMANA Y DE LA VIDA ETERNA

En la Misa de San Pío V estos dogmas son afirmados con toda claridad. Después que el sacerdote muestra a los fieles el Cordero de Dios, estos responden: "Señor, no soy digno de que entréis en mi casa, pero decid una sola palabra y MI ALMA será sana".
En la Misa de Pablo VI los fieles responden: "Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme".
En la Misa de San Pío V el sacerdote al dar la Sagrada Comunión a los fieles dice: "Que el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo guarde TU ALMA para la VIDA ETERNA".
En la nueva Misa el sacerdote dice únicamente: "El Cuerpo de Cristo".
Los dogmas que proclaman la realidad del alma humana y de la vida eterna quedan completamente ocultos.
¿No tiene mayor importancia?... Recordemos que no es lo mismo hacer un acto de fe explícita que dejar de hacerlo.
Curiosamente en la generación de la reforma litúrgica se ha oscurecido en muchísimos la conciencia sobre la realidad del alma humana y sobre la vida eterna. ¿Será por falta de hacer actos explicitos de fe?
No es tan difícil encontrarse con católicos que no llegan a comprender la abismal diferencia entre un animal y una persona. Para muchos su perro es "casi" persona, y en algunos casos habría que borrar el "casi".
También nos encontramos numerosos católicos con un absoluto olvido y descuido personal acerca de la vida eterna. Incluso los hay que niegan la resurrección, mientras otros, que también se dicen católicos, aceptan errores como la reencarnación.
Y es que cuando se "reza mal" se termina "creyendo mal".

jueves, 17 de mayo de 2007

GAUDIUM MAGNUM

INTERVENCIÓN DEL CARDENAL DARÍO CASTRILLÓN HOYOS, PREFECTO EMÉRITO DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN PARA EL CLERO, PRESIDENTE DE LA PONTIFICIA COMISIÓN ECCLESIA DEI, EN LA V ASAMBLEA DEL CELAM Y DEL CARIBE.
* Tomado de la Agencia Zenit. Los subrayados son nuestros.
Queridos y venerados hermanos: Me permito presentar un breve informe sobre la Pontificia Comisión Ecclesia Dei y sobre el estado de la realidad pastoral que el Santo Padre ha puesto bajo su competencia. Esta Comisión fue instituida por el Siervo de Dios Juan Pablo II en 1988, cuando un grupo notable de sacerdotes, religiosos y fieles que habían manifestado su descontento con la reforma litúrgica conciliar y se habían congregado bajo el liderazgo del Arzobispo francés Marcel Lefebvre, se separaron de éste porque no estuvieron de acuerdo con la acción cismática de la ordenación de Obispos sin el debido mandato pontificio. Ellos, entonces, prefirieron mantener la plena unión con la Iglesia. El Santo Padre, mediante el Motu Proprio «Ecclesia Dei Adflicta», confió a esta Comisión el cuidado pastoral de estos fieles tradicionalistas. Hoy la actividad de la Comisión no se limita al servicio de aquellos fieles que en tal oportunidad quisieron mantenerse en plena comunión con la Iglesia, ni a los esfuerzos encaminados a poner fin a la dolorosa situación cismática y a lograr el regreso de estos hermanos de la fraternidad San Pío X a la plena comunión. Por voluntad del Santo Padre, este Dicasterio extiende, además, su servicio a satisfacer las justas aspiraciones de cuantos por una sensibilidad particular, sin haber tenido vínculos con los dos grupos anotados, desean mantener viva la liturgia latina anterior en la celebración de la Eucaristía y de los demás sacramentos. Sin duda alguna, el empeño más importante, que concierne a toda la Iglesia, es la búsqueda de poner fin a la acción cismática y reconstruir, sin ambigüedades la plena comunión. El Santo Padre, que fue durante algunos años miembro de esta Comisión, quiere que ella se convierta en un organismo de la Santa Sede con la finalidad propia y distinta de conservar y mantener el valor de la liturgia latina tradicional. Pero se debe afirmar con toda claridad que no se trata de un volver atrás, de un regreso a los tiempos anteriores a la reforma de 1970. Se trata en cambio de una oferta generosa del Vicario de Cristo que, como expresión de su voluntad pastoral, quiere poner a disposición de la Iglesia todos los tesoros de la liturgia latina que durante siglos ha nutrido la vida espiritual de tantas generaciones de fieles católicos. El Santo Padre quiere conservar los inmensos tesoros espirituales, culturales y estéticos ligados a la liturgia antigua. La recuperación de esta riqueza se une a la no menos preciosa de la liturgia actual de la Iglesia. Por estas razones el Santo Padre tiene la intención de extender a toda la Iglesia latina la posibilidad de celebrar la Santa Misa y los Sacramentos según los libros litúrgicos promulgados por el Beato Juan XXIII en 1962. Por esta liturgia, que nunca fue abolida, y que, como hemos dicho, es considerada un tesoro, existe hoy un nuevo y renovado interés y, también por esta razón el Santo Padre piensa que ha llegado el tiempo de facilitar, como lo había querido la primera Comisión Cardenalicia en 1986, el acceso a esta liturgia haciendo de ella una forma extraordinaria del único rito Romano. Hay algunas buenas experiencias de comunidades de vida religiosa o apostólica erigidas por la Santa Sede recientemente que celebran en paz y serenidad esta liturgia. En torno a ellas se congregan asambleas de fieles que frecuentan estas celebraciones con alegría y gratitud. Las erecciones más recientes son el Instituto de San Felipe Neri en Berlín, que funciona como un Oratorio y se ha hecho presente también, con buena acogida, en la Diócesis de Tréveris; el Instituto del Buen Pastor de Burdeos que reúne sacerdotes, seminaristas y fieles, algunos salidos de la Fraternidad San Pío X. Están muy adelantados los trámites para el reconocimiento de una comunidad contemplativa, el Oasis de Jesús Sacerdote, de Barcelona. En América Latina, como es bien conocido, debemos agradecer al Señor por el regreso de toda una Diócesis, la de Campos, antes lefevriana que ahora, después de cinco años, presenta buenos frutos. Ha sido un retorno pacífico y los fieles que se han inscrito en la Administración Apostólica, están contentos de poder vivir en paz en sus comunidades parroquiales; más aún, en efecto algunas diócesis brasileñas han hecho contactos con la Administración Apostólica de Campos que ha puesto a su disposición sacerdotes para la cura pastoral de los fieles tradicionalistas en sus iglesias locales. El proyecto del Santo Padre ha sido ya parcialmente probado en Campos donde la cohabitación pacífica de las dos formas del único rito romano en la Iglesia es una bella realidad. Tenemos la esperanza de que tal modelo produzca buenos frutos, también en otros lugares de la Iglesia donde viven juntos fieles católicos con sensibilidades litúrgicas diversas. Y esperamos, además, que tal modo de vivir juntos atraiga también aquellos tradicionalistas que todavía están lejos. Los miembros actuales de la Comisión son los señores cardenales Julián Herranz, Jean-Pierre Ricard, William Joseph Levada, Antonio Cañizares, e Franc Rodé. Son consultores los Subsecretarios de algunos Dicasterios. Hasta ahora han estado bajo Ecclesia Dei varias comunidades dispersas por el mundo. 300 sacerdotes, 79 religiosos, 300 religiosas, 200 seminaristas y varias centenas de miles de fieles. Curiosamente aumenta el interés de los jóvenes en Francia, Estados Unidos, Brasil, Italia, Escandinavia, Australia y China. En el momento del regreso, de Campos han pasado 50 sacerdotes, unos cincuenta seminaristas, 100 religiosas y 25.000 fieles. Hoy el grupo de los lefevrianos consta de 4 Obispos que fueron ordenados por Mons. Lefebvre, de 500 sacerdotes y 600.000 fieles. Al grupo se unieron igualmente varios monasterios contemplativos y algunos grupos religiosos masculinos y femeninos, tienen parroquias (los llaman prioratos), seminarios y asociaciones. Están presentes en 26 países. Pidamos al Señor que este proyecto del Santo Padre pueda realizarse pronto para la unidad de la Iglesia.

martes, 15 de mayo de 2007

CARTA DE SU SANTIDAD AL CARDENAL LEGADO

A Nuestro Venerable Hermano
Ángelo Sodano, Cardenal de la Santa Iglesia Romana,
Decano del Colegio de Cardenales
Hace noventa años, la celeste Reina de la Paz, para transmitir el auxilio divino y la promesa de una esperanza cierta de paz, apareció en Fátima a tres pastorcitos, llenos de espanto, mientras guardaban su rebaño. A su amparo han recurrido muchos fieles que en sus varios peligros se valen de su protección.
Al pedido, por tanto, del Venerable Hermano Antonio Augusto dos Santos Marto, Obispo de Leiría-Fátima, juntamente con la Conferencia Episcopal Potuguesa, de buena voluntad, pasados noventa años del inicio de las apariciones de la Beatísima Virgen María, enviamos un Legado Nuestro; función que te confiamos, a ti, Nuestro Venerable Hermano, Prelado fiel y meritorio en el servicio de la Iglesia e hijo devoto de la Inmaculada Virgen María. Nos has de sustituír ahí, presidirás las solemnes celebraciones, comunicarás a los presentes Nuestro saludo, y manifestarás Nuestra peculiar benevolencia y presencia en espíritu.
Recordamos bien la especial piedad y gratitud que tuvo para con la Madre de Dios, Juan Pablo II, Nuestro Predecesor de venerada memoria, que hace veinticinco años ahí agradeció el don de la conservación milagrosa de su vida a la Virgen María y exhortó a todos los fieles a seguir sus advertencias y pedidos.
Por eso Nos, que ya visitamos ese Santuario y, como Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, estudiamos el mensaje confiado por la Bienaventurada Virgen María a los pastores, deseamos que propongas nuevamente a los fieles el valor de la oración del santo rosario, así como este mensaje, para que se consigan los favores y gracias que la propia Madre del Redentor prometió a los devotos de su Inmaculado Corazón.
Mientras acompañamos tu legación con la oración y, juntamente con los creyentes de todo el mundo, imploramos especialmente de la Reina celeste la paz que sólo Cristo puede dar, te damos, en primer lugar a ti, Nuestro Venerable Hermano, Nuestra Bendición Apostólica, prenda de la gracia divina y testimonio de Nuestra especial solicitud, que transmitirás al Pastor de la amada Iglesia de Leiría-Fátima, y también a los otros obispos presentes, a los presbíteros, hombres y mujeres piadosos y todos los que paraticipen en las celebraciones sagradas.
Vaticano, 13 de Abril, del año de 2007, segundo de Nuestro Pontificado.
Benedicto XVI, Papa

90 ANIVERSARIO DE LAS APARICIONES DE FÁTIMA. EL CARDENAL LEGADO DENUNCIA LA APOSTASÍA DE EUROPA

El cardenal Angelo Sodano,como Legado Pontificio de Su Santidad Benedicto XVI, presidió en el Santuario de Fátima los actos conmemorativos del 90 aniversario de las apariciones de nuestra Señora a los pastorcitos Lucia, Jacinta y Francisco.
Esta fue la homilía pronunciada por el cardenal Legado el 13 de mayo:
Amados Hermanos y Hermanas en el Señor,
Pasaron noventa años desde aquél día 13 de mayo de 1917 cuando María Santísima puso su mirada sobre este lindo ángulo de Portugal, la Cova da Iria, apareciéndose a Lucía dos Santos, Francisco y Jacinta Marto con el fin de confiarles un mensaje para el mundo entero.
Los tres pastorcitos andaban entretenidos apacentando el rebaño, cuando un intenso relámpago los sorprendió: ven entonces sobre una encina una Señora lindísima, que les pide oración y penitencia para acabar con la guerra entonces en curso y valer al mundo entero en sus necesidades.
Así comenzó aquella epopeya mariana que se prologaría por cinco meses hasta el día 13 de octubre de aquél mismo año y que había en seguida de imponerse al mundo como es típico de las obras de Dios.
¡Sí! Fátima triunfó sobre la incredulidad del mundo, la oposición de las autoridades y la reserva de la Iglesia. Con razón el Cardenal Cerejeira, Patriarca de Lisboa, pudo afirmar: "No fue la Iglesia quien impuso Fátima, sino Fátima que se impuso a la Iglesia"
Deprisa el Obispo de Leiría se unió a las oraciones de los fieles en este lugar, guiando multitudes de peregrinos que se sentían atraídos por el mensaje de María y por las señales extraordinarias que lo acompañaban.
Aquí Pío XII de venerada memoria envió, al terminar la Segunda Guerra Mundial, al Cardenal Aloisi Masella para coronar, en su nombre, la imagen de la Virgen Madre; era el día 13 de mayo de 1946. Se encontraban presentes 600.000 fieles, cuando una corona de oro fue colocada sobre la cabeza de esta venerada imagen de María.
Ya antes, en un momento trágico de aquel Conflicto Mundial, el 13 de octubre de 1942, el mismo Sumo Pontífice consagrara el mundo entero al Corazón Inmaculado de María.
Más tarde, con ocasión del cincuentenario de las apariciones, el 13 de mayo de 1967, el Papa Pablo VI de venerada memoria quiso venir como peregrino a este Santuario. Y, por fin, ¿quién no recuerda la profunda devoción del Papa Juan Pablo II a Nuestra Señora de Fátima?
El día 13 de mayo de 1982, él vino a este bello Santuario a agradecer a Nuestra Señora por haber escapado al peligro de muerte en que había estado después del atentado. Aquí, el Papa del "Totus Tuus" hizo un solemne acto de entrega y consagración de la humanidad a María, que todos bien recordamos. El mismo acto sería por él mismo repetido más tarde en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el 25 de marzo de 1984, en unión espiritual con todos los Obispos del mundo.
Con voz fuerte y solemne, el Pastor de la Iglesia universal colocaba en el Corazón de María los destinos de los hombres y de las naciones, movido por una gran preocupación por la suerte terrena y eterna de ellos.
Aquí volvió el Siervo de Dios Juan Pablo II dos veces más; en 1991 y en el año 2000. Y hoy está presente aquí el Papa Bnedicto XVI, que quiso enviarme para representarle en este solemne acontecimiento. Él se encuentra ahora en Brasil, en el gran Santuario de Nuestra Señora Aparecida, y se une a nuestro canto de las glorias de María.
Nuestras aclamaciones se elevan hoy, como un arco sobre las playas opuestas del Atlántico que nos une a nuestros hermanos de Brasil, todos hermanados en el mismo deseo de entregarnos al Corazón Inmaculado de María acogiéndonos a su materna intercesión.
Queridos peregrinos, el Evangelio de hoy nos abre el corazón a la esperanza al recordarnos la escena del Calvario en que Jesús, desde lo alto de la Cruz, dice al discípulo amado: "He ahí a tu Madre".
A partir de ahí la Madre de Dios se convirtió en Madre del hombre. Desde aquél momento se inició la maternidad espiritual de María, el misterio de su maternidad universal, que se traduce -como toda maternidad- en amor y solicitud por la vida de cada hijo.
Y la Blanca Señora -como la reprentaban aquellas criaturas simples de 7 a 10 años de edad- demostró por ellas una predilección particular, señal de su amorosa preferencia por los pequeños, los pobres y los enfermos. La Madre de Dios demostraba así que era también verdadera Madre del hombre.
Se cumplen hoy 90 años de las apariciones aquí en la Cova da Iria y nosotros queremos pedir a María que muestre una vez más toda su solicitud materna por los hombres y mujeres de nuestro tiempo, a veces tentados de olvidar a Dios para postrarse delante del "becerro de oro" de las fatuidades de la tierra. María sabe que está en riesgo la salvación eterna de sus hijos y, por eso, repite la llamada de Jesús: "Arrepentíos y creed en el Evangelio". El mensaje de Jesús se vuelve así el mensaje de María. Es una llamada fuerte y decidida como aquella que sólo una Madre sabe hacer a sus hijos en los momentos importantes de su vida.
A María fuimos entregados por su Hijo en la cruz, cuando le dice en el trance de la agonía: "Mujer, he ahí a tu hijo"; y, desde aquél momento, su corazón de Madre quedó abierto para nosotros; como abierto quedara el corazón del Hijo traspasado por la lanza del soldado. Dos corazones abiertos por un mismo amor por el hombre y el mundo.
Hoy sentimos necesidad de dirigirnos a Ella con la invocación de un conocido himno de la liturgia: "Monstra te esse Matrem". ¡Oh María, muéstranos que eres Madre!
Nuestros días nos dejan la impresión de que muchos se apartan de la casa del Padre. Nosotros aquí nos unimos en súplica alrededor de la Madre, para que ilumine sus conciencias y haga regresar a los hijos pródigos a la casa del Padre. Una mención particular le hacemos de los hijos que viven en Europa, tentada de olvidar aquella fe que hizo su fuerza en el correr de los siglos. En nuestros países, está en curso una apostasía subrepticia, que no puede dejarnos indiferentes. Al Inmaculado Corazón de María, entregamos hoy el destino de los hombres y de los pueblos de nuestro Continente, mientras nos comprometemos a colocar nuevamente en el corazón de nuestra sociedad aquél fermento del Evangelio que fecundara su historia a lo largo de los siglos.
Para conseguir tan noble finalidad, prometemos a María todo nuestro empeño para que seamos "la sal de la tierra y la luz del mundo". Con nuestra oración, nuestro trabajo y nuestro testimonio cristiano,hemos de corresponder a la apelación de María y así favorecer la difusión del Evangelio de Cristo en el mundo actual.
De hecho: nosotros creemos -como dice el Concilio Vaticano II, en la Gaudium et Spes nº 10- que "la llave, el centro y el fin de toda la historia humana se encuentran en Cristo, el mismo ayer, hoy y para siempre". Amén.

ADORACIÓN Y PRESENCIA REAL

"En la misa de San Pío V después de la primera Consagración, seguro de no sostener ya entre sus manos el pan, sino el verdadero Cuerpo de Cristo, el sacerdote dobla la rodilla para adorar a su Dios; luego levantándose, eleva la Sagrada Hostia para presentarla a la adoración de los fieles arrodillados, y la adora de nuevo tras haberla depositado sobre el corporal que representa la mortaja y recuerda la realidad del cuerpo.
En la nueva misa todo ha cambiado. Como si nada hubiera sucedido, el sacerdote, sin adorarla, levanta la Hostia, la presenta a los asistentes, luego la deposita no sobre el corporal, sino sobre la patena y solamente entonces dobla la rodilla.
El católico, aun si le molesta este nuevo modo de proceder, no queda necesariamente turbado en su fe, pues se dice: La presencia real no depende que se multipliquen o se disminuyan los signos de adoración; y para él, que asiste a la nueva Misa con la fe católica, Cristo está presente en la Hostia desde que se pronuncian las palabras de la Consagración.
No, declara el protestante que asiste a la nueva Misa con la fe luterana; la presencia de Cristo no se produce por las palabras del sacerdote, sino por la fe de los asistentes. Además, añade el protestante, ya lo han visto, el sacerdote no ha adorado, como lo hacía, sin motivo, en el antiguo rito. ¿Por qué ha suprimido la Iglesia la primera genuflexión? Porque por fin ha comprendido que la doctrina de Luetro estaba justificada. Únicamente por la fe de los fieles se hace Cristo presente espiritualmente en la Hostia; por ello, ahora el sacerdote presenta primero el pan a los fieles y solamente después hace la genuflexión, ya que solamente después, se hace presente Cristo.
Aquí tampoco decimos que la nueva Misa enseñe esta doctrina luterana. Sólo decimos que el cambio introducido por la nueva Misa permite esta interpretación luterana, justamente porque permite esta interpretación, confesaron los luteranos la posibilidad de celebrar su culto con el nuevo Ordo Missae de Pablo VI.
Este cambio introducido para la consagración del pan se reproduce para la consagración del cáliz, sólo que esta vez renueva el equívoco agravándolo por el desplazamiento de las palabras: "mysterium fidei". ( "FORTS DANS LA FOI". Revista Roma)

jueves, 10 de mayo de 2007

¿POR QUÉ EN LA CONSAGRACIÓN SE HA CAMBIADO EL TONO ASERTIVO POR EL NARRATIVO?

"En la misa de San Pío V el sacerdote interrumpe el relato de la Cena para pronunciar las palabras de la Consagración, que en el misal tradicional quedan impresas con una tipografía diferente. Estas palabras no las dice en tono recitativo, como se hace con un relato o con un memorial, las dice en tono intimatorio, es decir, en el tono normal de alguien que realiza una acción personal. Al igual que el sacerdote dice: "Yo te bautizo" o "te perdono tus pecados", dice: "Este es mi Cuerpo", "este es el cáliz de mi Sangre...".
En la nueva misa el sacerdote no interrumpe el relato de la Cena y pronuncia las palabras de la Consagración en el mismo tono recitativo, y sin separarlas de las palabras que las preceden. En los nuevos misales las fórmulas consagratorias no están en una tipografía diferente, como en los misales de San Pío V, lo que remarcaba con tanta fuerza el cambio de acción.
El católico, aun si le molesta este nuevo modo de proceder, no queda necesariamente turbado en su fe, pues se dice: La validez de la misa no depende del tono del celebrante; que diga la fórmula en tono intimatorio o en tono recitativo no puede mancillar la validez de la misa, siempre que él tenga la intención de consagrar.
Este razonamiento es verdadero si el celebrante tiene la intención de hacer una acción personal. Pero no es verdadero si sólo tiene la intención de hacer un relato. Y ¿cómo saberlo?
Además, como todo lo dice en el mismo tono, el tono recitativo, la intención de efectuar una acción personal ya no queda manifiesta como quedaba en el rito tradicional, y este cambio, introducido por la nueva misa, autoriza a los protestantes a creer que de ahora en adelante el sacerdote católico no hará más que un relato, un memorial.
No decimos que el cambio introducido por la nueva misa enseñe necesariamente esta interpretación luterana; sólo decimos que el cambio introducido por la nueva misa permite esta interpretación luterana, y esto es gravísimo". ("Forts dans la foi". Revista Roma)
MISAL DE SAN PÍO V
Qui prídie quan paterétur, accépit panem in sanctas ac venerábiles manus suas, et elevátis óculis in caelum ad te Deum Patrem suum omnipoténtem, tibi gratias agens, bene+dixit, fregit, dedítque discípulis suis, dicens: Accípite et manducate ex hoc omnes.
HOC EST ENIM CORPUS MEUM
Símili modo postquam cenátum est, accípiens et hunc praeclárum cálicem in sanctas ac venerábiles manus suas: item tibi grátias agens, bene+dixit, dedítque discípulis suis, dícens: Accípite, et bíbite ex eo omnes.
HIC EST ENIM CALIX SÁNGUINIS MEI, NOVI ET AETERNI TESTAMÉNTI: MYSTERIUM FIDEI: QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDÉTUR IN REMISSIÓNEM PECCATÓRUM.
MISAL DE PABLO VI
Qui, prídie quam peteretur, accépit panem in sanctas ac venerábiles manus suas, et elevátis óculis in caelum ad te Deum Patrem suum omnipoténtem, tibi grátias agens benedixit, fregit, dedítque discípulis suis, dicens:
ACCÍPITE ET MANDUCÁTE EX HOC OMNES:
HOC EST ENIM CORPUS MEUM,
QUOD PRO VOBIS TRADÉTUR.
Símili modo, postquam cenátum est, accípiens et hunc praeclárum cálicem in sanctas ac venerábiles manus suas, item tibi gratias agens benedixit, dedítque discípulis suis, dicens:
ACCÍPITE ET BÍBITE EX EO OMNES:
HIC EST ENIM CALIX SÁNGUINIS MEI
NOVI ET AETÉRNI TESTAMÉNTI,
QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDÉTUR
IN REMISSIÓNEM PECCATÓRUM.
HOC FÁCITE IN MEAM COMMEMORATIÓNEM.
¿Es lo mismo el tono asertivo que el tono narrativo? De ninguna manera. Podemos comprobarlo en el diccionario:
ASERTAR .Afirmar
NARRAR. Contar, referir, relatar
¡HE AQUÍ, POR LO TANTO LA DIFERENCIA ENTRE LA FE CATÓLICA Y EL PROTESTANTISMO!
El sacerdote católico cuando consagra aserta, afirma,produce un efecto, una realidad: la transubstanciación.
El Pastor protestante relata, cuenta, refiere algo que sucedió.No hay consagración del pan y del vino para el protestante.
¿Por qué se introdujo este cambio en el corazón de la misa?¿Por qué este peligro?
¿Por motivos pastorales? De ninguna manera. La intención ha sido otra muy distinta: hacer un rito "aguado","híbrido", válido tanto para católicos como para protestantes, conforme a la interpretación de cada uno.¿Quién, pues, nos puede negar que el nuevo rito es sin duda mejorable y perfectible?¿En nombre de quién se pretende negarnos el derecho a pensar y cuestionar lo que a todas luces es más que cuestionable? ¿Es creíble y defendible que por cuestionar con argumentos y sólidas demostraciones se le amenace a uno con retirarle el nombre de católico y ponerle bajo sospecha? ¿Es esa la única respuesta de peso?...
Lo del rebaño vale como parábola. Pero Cristo no quiere comportamientos de rebaño, sino de hijos, de personas, que se guían por la luz de la razón iluminada por la luz de la Revelación.

lunes, 7 de mayo de 2007

LA CONSAGRACIÓN DEL PAN Y DEL VINO ( IV )

"Precisamente por eso, por el distinto significado de "muchos" y "todos" -aquí de "los muchos" y "todos"- San Pablo, al hacer la contraposición entre la acción de Adán y sus frutos, y la de Cristo y sus frutos, abandona la palabra "todos", porque no todos se salvan en Cristo -cierto que por culpa suya, por permanecer "hijos o simiente de la serpiente"-. Y así, al hacer la contraposición, considera los contaminados por Adán atendiendo a su gran número -aunque de hecho sean todos- para oponerle el gran número de los justificados por Cristo -de hecho, sólo los que creen en Él, no todos los hombres-. Precisamente esa contraposición, para ser verdadera, exigía el abandono de la palabra "todos", y la adopción de la palabra "los muchos", pues ni todos se salvan ni todos son justificados. Cuando, pues, San Pablo habla de los muchos contaminados por Adán, no atiende a su universalidad, sino al número grande a quienes se extiende, para decirnos que también la santificación de Cristo se extiende a un gran número -a cuantos creen en Él.
Como es fácil de ver, este aparente cambio de "todos" a "los muchos", lejos de demostrar identidad, muestra la radical diferencia de significado que para San Pablo hay entre "todos" y "muchos". Gracias a su sustitución pudo San Pablo hacer la comparación entre la acción de Adán y la de Cristo, sin por ello afirmar que todos los hombres sean de hecho justificados o salvados. Y gracias a la confusión entre "todos" y "muchos" en la traducción de las palabras consacratorias, se nos quiere introducir la herejía de que todos los hombres se salvan, todos son justificados de hecho, todos son ovejas de Cristo, todos "simientes de la Mujer", nadie "simiente de la serpiente". (Revista Roma)

jueves, 3 de mayo de 2007

UNIÓN INTERNACIONAL DE SUPERIORAS GENERALES

Del 6 al 10 de mayo se congrega en Roma la Unión Internacional de Superioras Generales de religiosas.
Según informa Zenit, las superioras generales escucharán ponencias sobre espiritualidad, ecología, diálogo interreligioso, laicado, migraciones y refugiados.
La presidenta de la Unión ha declarado:"Contemplando nuestro mundo, escuchando sus gritos, viendo sus necesidades, su sed, sus anhelos, ¿cuál es el hilo que nosotras, religiosas, líderes de nuestras congregaciones, estamos llamadas a tejer hoy, para llegar a ser "tejedoras de Dios", proféticas y místicas?".
Las superioras generales serán recibidas por Benedicto XVI el lunes 7 de mayo.
Nos parecen muy bien las ponencias que recibirán las Generales, sobre todo la de ecología. Y pedimos a Dios que libre a sus Congregaciones de los terribles "impactos medioambientales" que han sufrido en los últimos cuarenta años. Un agujero gigantesco en la capa de ozono de la mayor parte de los institutos... Esa debiera de ser la primera preocupación ecológica que debrían intentar resolver.
Respecto a su deseo de ser "tejedoras de Dios" les recomendaríamos que volvieran a tejer sus hábitos religiosos y sus velos de mujeres consagradas a Dios, pues ¡cómo están de aseglaradas y mundanizadas, muchas de ellas! Nos alegramos de que quieran tejer, pero lo que nos tememos es que se encaminen aún más hacia la alta costura.
Por si se deciden a reabrir el "taller de costura" les recordamos el cánon 669 del vigente Código de Derecho Canónico:
"Los religiosos deben llevar el hábito de su instituto, hecho de acuerdo con la norma del derecho propio, como signo de su consagración y testimonio de pobreza".
También van a ser recibidas por el Papa. Pues, esperemos que la visita no sirva sólo para fotografiarse con él y así poder enseñar después la foto a las que se quedaron en casa. Sirva para decidirse a obedecerle de una vez por todas. Si no es así, mejor quedarse en casa.

LA CONSAGRACIÓN DEL PAN Y DEL VINO ( III )

" El P. Antonio Pacios, M.S.C., expone lúcidamente:
"Es evidente que en la Consagración del vino Cristo dijo "por vosotros y por muchos", nunca "por todos". Esto es evidente si admitimos la inspiración -y por tanto inerrancia- de la Sagrada Escritura. Si no hubiera dicho "por vosotros y por muchos", la Escritura nos mentiría..."
Afirma también el P. Pacios:
"Es frecuente oír que la discusión entre "por muchos" y "por todos" es puramente bizantina, ya que en la Escritura "por muchos" significa exactamente lo mismo que" por todos".
He aquí una afirmación gratuita y falsa.
En primer lugar, es evidente que "muchos" no es en sí ni por sí, necesariamente, lo mismo que "todos": ciertamente no son dos palabras sinónimas...
En segundo lugar, no se demuestra en modo alguno que en el Nuevo Testamento la palabra "muchos" signifique ordinariamente "todos", ni siquiera muchas veces "todos". Es más, creemos que está sin demostrar -aunque esa demostración para nada serviría- el que "muchos" sea idéntico ni una sola vez a "todos".
Tal identidad se afirma con osadía, pero no hemos visto la demuestre nadie con claridad.
Tenemos como ejemplo Rom. 5, 12-21: es, creemos, uno de los lugares que se prestaría más a establecer la identidad de significado entre "muchos" y "todos", ya que hay un juego recíproco de pántes y polloi".
Veamos cómo se expresa el Apóstol:
"Por tanto, así como por un solo hombre entró el pecado en este mundo, y, por el pecado, la muerte, así pasó la muerte a todos los hombres, en quien todos pecaron... Pero no ha sucedido en la gracia así como en el delito, porque si por el delito de uno, los muchos murieron, mucho más ha abundado sobre los muchos el favor y el don de Dios por la gracia de un solo Hombre, que es Jescuristo...
Luego, así como el delito de uno solo atrajo la condenación a todos los hombres, así también la justicia de uno solo ha merecido a todos los hombres la justificación de la vida. Pues, así como, por la desobediencia de un solo hombre fueron los muchos constituidos pecadores, así también, por la obediencia de uno solo, serán los muchos constituidos justos". (Rom 5, 12-19).
Continúa el P. Pacios tratando de este pasaje de San Pablo:
"Así, en el v.12 se nos dice: "A todos los hombres pasó la muerte, en quien todos pecaron"; es la universalidad del pecado original. Y en el v. 15: "Por el delito de uno, los muchos -hoi polloi, con artículo determinado- murieron", en que esos muchos, en concreto, son todos los hombres, como consta por el v. 12. Pero ni aun aquí hay identidad. En primer lugar, adviértase que en todo este pasaje (Rom. 5, 12-21), siempre que sale la palabra "muchos", sale con artículo determinado, "los muchos", mientras en las palabras de la Consagración se dice "por muchos", sin artículo. Por lo que de este pasaje nada podría deducirse acerca del significado de "muchos" en las palabras consacratorias. En efecto, "los muchos" equivale a "la multitud", la "muchedumbre": y la "multitud" formalmente insiste en la grandeza del número, precindiendo de sin son todos o no.
Pero aún hay más: ni siquiera aquí "los muchos" significa simplemente "todos" los hombres. Cuando se trata de la universalidad del pecado original (5, 12), o de la universalidad del valor de la redención de Cristo (5, 18), San Pablo usa de la palabra "todos -pantes- los hombres". Cuando se trata de a quiénes se aplica de hecho la redención de Cristo, de quiénes gracias a ella son constituidos justos, usa la palabra "los muchos" (5, 15, 19). Y es evidente que ese "los muchos" o sea multitud no significa todos los hombres, pues ni todos son de hecho justificados, ni todos se salvan" ( Revista Roma)