domingo, 29 de abril de 2007

LA CONSAGRACIÓN DEL PAN Y DEL VINO ( I I )

"PRO MULTIS" NO QUIERE DECIR "POR TODOS LOS HOMBRES"
En el Catecismo Romano según Decreto del Concilio de Trento, mandado publicar por San Pío V, leemos:
"Respecto a las palabras que se añaden, pro vobis et pro multis, las primeras están tomadas de San Lucas y las otras de San Mateo, pero que las juntó seguidamente la Santa Iglesia, instruida por el Espíritu de Dios. Y están apropiadas para manifestar el fruto y las ventajas de la Pasión. Porque si atendemos a su valor, habrá que reconocer que el Salvador derramó su Sangre por la salvación de todos; pero si nos fijamos en el fruto que de ella sacan los hombres, fácilmente comprenderemos que su utilidad no se extiende a todos, sino únicamente a muchos. Luego, cuando dijo pro vobis, dio a entender, o a los que estaban presentes, o a los escogidos del pueblo judío, cuáles eran sus discípulos, excepto Judas, con los cuales estaba hablando. Y cuando añadió pro multis, quiso se entendieran los demás elegidos de entre los judíos o de los gentiles. Perfectamente, pues, obró, no diciendo por todos, ya que entonces sólo hablaba de los frutos de su Pasión, la cual sólo para los escogidos produce frutos de salvación. A esto se refieren las palabras del Apóstol ( Hebr. 9, 28): Cristo ha sido una sola vez sacrificado para quitar de raíz los pecados de muchos; y lo que dijo el Señor, según San Juan (Jn 17, 9): Por ellos ruego Yo: No ruego por el mundo, sino por estos que me diste, porque tuyos son". (Parte II, cap. IV. nº 24).
Si la forma válida de la Consagración del vino es sólo : Hic est calix Sanguinis mei, la fórmula de dicha Consagración expuesta por la liturgia "oficial" española es válida, aunque a todas luces ilícita, y por tanto , es válida la Misa.
En cambio, si la forma válida de la Consagración del vino es : Hic est calix Sanguinis mei novi et aeterni testamenti, qui pro vobis et pro multis effundetur in remissionem peccatorum, no es válida la fórmula de la Consagración del vino expuesta por la liturgia "oficial" española, por la razón de traducir pro multis por por todos los hombres. En tal caso, la Misa es inválida, es decir, no hay Misa, aunque haya habido verdadera Consagración del pan, y, por tanto, se pueda recibir la sagrada Comunión.
Se podrá objetar que basta la buena intención, lo cual es falso.
Si el que bautiza dice tan sólo: Ego te baptizo in nomine Patris, el bautismo es inválido, no hay bautismo, por recta intención que tenga de bautizar, pues le falta acabar la fórmula válida: et Filii, et Spiritus Sancti. Lo propio puede decirse acerca de la fórmula de absolución del sacramento de la Penitencia". ( Daniel Boira. Revista Roma)
Hace tan sólo unos meses que la Santa Sede, a través de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, ha establecido el plazo de dos años para que se corrija en los misales la falsa traducción "por todos los hombres" y se ponga "por muchos".
Han tenido que pasar casi cuarenta años para subsanar dicho error. Una vez más nos preguntamos qué espíritu guió realmente la reforma litúrgica. ¿ Es que no sabían el catecismo? ¿No sería un espíritu de soberbia, despreciativo de las sagradas tradiciones de la Iglesia? ¿No sería un espíritu de arrogancia y de abuso que en su atrevimiento no se detuvo siquiera ante lo más sagrado de la Misa como es la Consagración? ¿Y qué dicen ahora los señores Obispos ante la decisión de Roma de corregir la falsa traducción? Cuando estos hechos fueron denunciados, hace casi cuarenta años, los denunciantes fueron tachados de lo peor. ¿Y ahora que Roma interviene?¿Es que lo que ayer era mentira hoy es verdad? ¿Es que la verdad se sustenta en sí misma o en quién la proclama? Esto no ha hecho más que empezar. Mayores cosas veremos. Pero la autoridad ha quedado a la altura del betún. Y , tristemente, seguirá quedando. Lo único que nos duele son todos los sufrimientos causados a tantos hermanos por una auténtica persecución habida durante todos estos años. Nos duele todo el daño que se ha hecho y se hace a la Iglesia. Nos duele ese "espíritu extraño"que ha intentado hacerse con el poder en la Iglesia y que no representa ni es el verdadero espíritu católico. Y todo ello con la colaboración de muchos de sus Pastores. Sirvan tantos sufrimiento para gloria de Dios, bien de las almas y exaltación de la fe católica. Concédanos Dios, por intercesión de la Madre de la Iglesia, que el orden y la pureza de la fe vuelvan a reinar en todo el orbe católico.

martes, 24 de abril de 2007

LA CONSAGRACIÓN DEL PAN Y DEL VINO ( I )

Cuando nos detenemos a examinar la gran cantidad de cambios introducidos en el rito de la Santa Misa y recordamos que una de las razones esgrimidas para justificarlos eran supuestas razones pastorales, uno se queda sorprendido y llega a plantearse si esto no es una gran tomadura de pelo. ¿Podría alguien, con seriedad y con razones de peso, argumentar qué razones pastorales de peso había para atreverse a cambiar incluso las mismas fórmulas de la consagración?
LLegará el día en que se haga la luz y entonces sabremos las razones verdaderas que inspiraron todos los cambios habidos y por haber de esta reforma que, por otro lado, no acaba nunca.
Hace unos meses la Santa Sede hizo pública su decisión de que la traducción "por todos los hombres", en la consagración del vino, sea corregida en todas las lenguas que así de mal han traducido el "pro multis".
Un nuevo motivo para quedarnos perplejos. Pero, ¿no era esta la maravillosa reforma, realizada a conciencia y con todo rigor por una cantidad de expertos como jamás se habría visto en la bimilenaria historia de la Iglesia? Y resulta que, casi cuarenta años después, todavía hay que andar echando parches y corrigiendo el maravilloso rito de Pablo VI y de su todopoderoso valido Bugnini.
Lo que asombra es que no son correcciones de pequeños despistes. Este último despiste está en el corazón mismo de la Misa, en la Consagración. ¿No se habían percatado los Papas, ni los Cardenales, ni los Obispos? ¿No son ellos los "liturgos" por excelencia del Pueblo de Dios?...
Continuamos con el estudio de Daniel Boira que venimos ofreciendo.
"Pertenecen a la validez de la Consagración del pan las siguientes palabras: HOC EST CORPUS MEUM.
Para la licitud de la Consagración del pan, según el Misal de Pablo VI, en las cuatro anáforas o plegarias eucarísticas, hay que pronunciar las siguientes palabras: ACCIPITE ET MANDUCATE EX HOC OMNES: HOC EST ENIM CORPUS MEUM, QUOD PRO VOBIS TRADETUR.
En cuanto a la fórmula válida de la Consagración del vino, los teólogos se dividen en dos opiniones.
Oigamos al Ángel de las Escuelas Tomás de Aquino, al Teólogo de los teólogos, considerado por la misma Iglesia como Doctor común y universal:
"Respondo diciendo que acerca de esta forma hay doble opinión: pues algunos han dicho que de la substancia de esta forma son sólo las palabras ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, pero no las que siguen. Mas esto parece inconveniente, porque las que siguen son ciertas determinaciones del predicado, esto es, de la Sangre de Cristo; por lo que pertenecen a la integridad de la misma locución. Y por esto hay otros que dicen mejor, que todas las palabras que siguen son de la sustancia de la forma hasta lo que sigue después: Haec quotiescumque feceritis, que pertenece al uso de este Sacramento; por tanto no es de la sustancia de la forma. Y de ahí que el sacerdote pronuncia todas estas palabras con el mismo rito y el mismo modo, a saber, teniendo el cáliz en las manos". (Suma Teológica; parte tercera, cuestión 78, artículo 3).
Por consiguiente, si nos atenemos a la opinión de los que según el Doctor Angélico, "dicen mejor", pertenecen a la validez de la Consagración del vino las siguientes palabras: HIC EST CALIX SANGUINIS MEI NOVI ET AETERNI TESTAMENTI, QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDETUR IN REMISSIONEM PECCATORUM.
Nuevo Testamento aparece en San Mateo 26,28; en San Marcos 14, 24; en San Lucas 22, 20 y en San Pablo (I Cor. 11, 25).
Eterno Testamento se halla en el Apóstol (Hebr. 13, 20).
Qui pro vobis aparece en San Lucas 22, 20.
Qui pro multis effundetur in remissionem peccatorum aparece en San Mateo 26, 28.
Qui pro multis effundetur aparece también en San Marcos 14, 24.
Para la licitud de la Consagración del vino, según el Misal de Pablo VI, hay que pronunciar, en las cuatro anáforas o plegarias eucarísticas, las siguientes palabras: ACCIPITE ET BIBITE EX EO OMNES: HIC EST ENIM CALIX SANGUINIS MEI NOVI ET AETERNI TESTAMENTI, QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDETUR IN REMISSIONEM PECCATORUM. HOC FACITE IN MEAM COMMEMORATIONEM.
El acto de la Consagración es de suma importancia. De tal forma que, si el sacerdote consagrante tuviera alguna duda razonable de no haber pronunciado alguna de las palabras esenciales de la Consagración del pan, habría de empezar a pronunciar todas las palabras de dicha Consagración sub conditione, tal como están prescritas en el Misal de Pablo VI. Exactamente lo mismo hay que decir acerca de la Consagración del vino".

lunes, 23 de abril de 2007

LA CENA DEL CORDERO

"La invitación al convite de Cristo, que sigue a la preparación privada del sacerdote, y precede al acto de humildad anterior a la Comunión, termina, en el Misal de Pablo VI, de la siguiente manera:Beati qui ad cenam Agni vocati sunt. Palabras que falsamente se traducen por dichosos los llamados a esta cena ( hoy en día, dichosos los llamados a la cena del Señor. N.R.).
No se trata de "esta" cena, sino que se trata de la Cena del Cordero, que es el cielo (cf. Ap 19, 9), es decir, la gloria eterna prometida por Cristo a cada uno de los elegidos inmediatamente después de la muerte terrenal o inmediatamente después de haberse purificado en el Purgatorio.
La Eucaristía es, en efecto, prenda y garantía de la bienaventuranza eterna (cf. Jn 6,54). Sin embargo, la traducción "oficial" española silencia aquí también el cielo (no interesa hablar de los novísimos), cuya prenda es la Eucaristía, a la par que reduce a ésta aun simple banquete entre hermanos: Dichosos los llamados a esta cena. He aquí la verdadera traducción: Dichosos los llamados a la Cena del Cordero. ( Daniel Boira. Revista Roma).
A pesar del cambio en la traducción: Dichosos los llamados a la Cena del Señor, dice ahora, sin embargo, sigue sin percibirse el matiz de la bienaventuranza futura. La inmensa mayoría de los fieles, y nos atrevemos a decir que también la inmensa mayoría de los sacerdotes, están pensando en la "Cena" que están celebrando en ese momento, y a lo más en la participación en la Sagrada Comunión que viene a continuación.
¡Qué importantes son los matices, incluso en orden al enriquecimiento de la espiritualidad de los fieles!.

domingo, 22 de abril de 2007

EL PREMIO DE LA GLORIA ETERNA

"En el Misal de Pablo VI, al final del embolismo que sigue al Pater noster, leemos:exspectantes beatam spem et adventum Salvatoris nostri Iesu Christi. La traducción "oficial" castellana dice: mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. La omisión es grave, pues se ha prescindido de beatam spem, que, traducido, equivale a Bienaventuranza esperada. Se omite nada menos lo que debe anhelar todo fiel cristiano después de su muerte temporal: el premio de la gloria bienaventurada. La correcta traducción es: mientras anhelamos la bienaventuranza esperada y la venida de nuestro Salvador Jesucristo". (Daniel Boira. Revista Roma)
Realmente no alcanzamos a explicarnos tales abusos y corrupciones de traducción. Lo cierto es que en los últimos decenios la predicación acerca de las verdades últimas - los novísimos- brilla por su ausencia. La esperanza del cielo ha dejado de ser una fuente de inspiración para la vida de millones de católicos. Esperanza que da sentido al valor del sacrificio y de la entrega. Esperanza que anima al católico a empeñarse decididamente en el combate espiritual.
Curiosamente crece espantosamente el número de católicos que manifiestan serias dudas acerca de la escatología tal y como la Iglesia siempre la ha enseñado y propuesto a los fieles.
¿No es un escándalo toda esta poda de la verdades de la fe que se ha realizado en la liturgia oficial de la Iglesia?... ¿Y pretenden que nos callemos?. No, señores Obispos, lo sentimos, pero ya no vamos a callar más. Ustedes no son los dueños de la fe católica. Ustedes han de estar al servicio de la fe y no la fe al servicio de ustedes. ¡Basta ya!.

miércoles, 18 de abril de 2007

ACLAMACIÓN DESPUÉS DE LA CONSAGRACIÓN

"En la aclamación después de la Consagración, dice así el Misal de Pablo VI: Mysterium fidei (Misterio de fe). La liturgia "oficial" castellana traduce: Este es el sacramento de nuestra fe. No se tiene en cuenta que Cristo instituyó siete sacramentos, no sólo el sacramento de la Eucaristía. Tampoco se tiene en cuenta que la Eucaristía no se nos presenta tan sólo como sacramento (la Sagrada Comunión), SINO ANTE TODO COMO SACRIFICIO (La Santa Misa), y que el Sacrificio antecede al Sacramento: el Sacrificio del Altar (la Eucaristía como Sacrificio) nos trae el Sacramento de la Comunión (la Eucaristía como Sacramento), y no viceversa". (Daniel Boira. Revista Roma)
Podemos observar y constatar una vez más, estupefactos, cómo la traducción española es del todo libre respecto al texto latino. Y en esa libertad, además de incurrir en imprecisiones teológicas en el corazón mismo de la Misa, insiste en la ocultación del carácter sacrificial en favor del carácter sacramental, justo en el momento culmen en el que el sacerdote, mediante la consagración, ha ejercido de "sacrificador", renovando el misterio del Sacrificio de la Cruz. Por supuesto que esto no es fruto de la casualidad ni de la ignorancia. Es tan sólo una consecuencia de una teología de la Misa contruida toda ella en torno a la idea de banquete comunitario, relegando a un segundo plano aquél que debería ser el primero: la Misa como renovación incruenta del Sacrificio de Cristo.
¿Qué porcentaje de católicos tienen hoy en día la clara conciencia de estar asistiendo al Sacrficio de Cristo cuando participan en la Santa Misa?. No lo dudemos: una ínfima minoría.

lunes, 16 de abril de 2007

FELICIDADES, SANTO PADRE

Damos gracias a Dios por Benedicto XVI, don para la Iglesia y para el mundo, Vicario del dulce Cristo en la tierra.
Gracias al Altísimo por los ochenta años de vida de nuestro Santo Padre el Papa.
Gracias por su altísimo Magisterio, por su sabiduría y por su palabra clarividente y certera.
Gracias por su espíritu de generosidad y de sacrificio al servicio de la propagación del Reino de Cristo.
Gracias por su ministerio al servicio de la unidad en la fe y en la caridad.
Dígnate, Señor, conservarlo y llenarlo de vida. Hazlo bienaventurado en la tierra y no lo dejes caer en manos de sus enemigos.
AD MULTOS ANNOS, BEATÍSIMO PADRE!

SEGÚN LA TRADUCCIÓN OFICIAL ESPAÑOLA CRISTO NO BENDIJO EL PAN NI EL CÁLIZ

"En la narración de la institución correspondiente a la tercera Plegaria eucarística, tanto en la que precede a la Consagración del pan, como en la que precede a la Consagración del vino, se traduce et tibi gratias agens benedixit por y dando gracias te bendijo. El pronombre personal dativo tibi es el complemento indirecto de la forma verbal agens (tibi agens), no de la forma verbal benedixit. La traducción correcta es: y, habiéndose dado gracias, lo bendijo.
Y en la narración de la institución que antecede a la Consagración del pan, correspondiente a la cuarta Plegaria eucarística, se llega a traducir accepit panem, benedixit por tomó pan, te bendijo. Como puede comprobarse, en el Misal de Pablo VI, ni por asomo puede sobreentenderse el pronombre personal de segunda persona. La traducción correcta es: tomó el pan, lo bendijo.
Cristo dio gracias a su Padre eterno, y luego bendijo el pan y bendijo el cáliz.
En el Evangelio leemos: "Cenantibus autem eis, accepit Jesus panem, et benedixit" (Mt 26,26), "Mientras estaban cenando, tomó Jesús el pan, y lobendijo" (Mt 26,26)
El Apóstol de las gentes, al referirse al cáliz de la Sangre de Cristo, dice: "Calix benedictionis, cui benedicimus" (1Cor 10, 16), "El cáliz de bendición que bendecimos" (1Cor 10, 16).
Y el mismo Evangelio, cuando relata la multiplicación de los panes y peces, se expresa así: "Acceptis autem, quinque panibus et duobus piscibus, respexit in caelum, et benedixit illis" (Lc 9, 16), "Y habiendo tomado los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, y los bendijo"(Lc 9, 16). ( Daniel Boira. Revista Roma)

viernes, 13 de abril de 2007

OSCURECIMIENTO DEL DOGMA DE LA TRANSUBSTANCIACIÓN

"En la primera epíclesis de la segunda Plegaria eucarística, donde dice el Misal de Pablo VI ut nobis Corpus et Sanguis fiant Domini nostri Iesu Christi, la liturgia "oficial" castellana traduce de manera que sean para nosotros Cuerpo y Sangre de Jesucristo nuestro Señor, en lugar de para que se nos conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo nuestro Señor".
Notemos que la traducción castellana oscurece el dogma de la transubstación del pan y del vino en el Cuerpo y en la Sangre del Señor. A ello contribuye en primer lugar el empleo del verbo ser. No es lo mismo pedir que el pan y el vino sean para nosotros Cuerpo y Sangre del Señor, que pedir que se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre del Señor. En este caso el verbo convertir hace referencia explícita al dogma de la transubstanción, según el cual la sustancia del pan y del vino desaparecen para hacerse presente en las especies sacramentales la substancia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo: Cristo presente real, verdadera y substancialmente, con su Cuerpo, su Sangre, su alma y su divinidad.
La fórmula "oficial"no ofrece dificultad alguna para que pueda ser aceptada por los protestantes. De hecho hay comunidades protestantes que la utilizan sin dificultad alguna. No ocurre así con la traducción correcta.
En segundo lugar, contribuyen también al ocultamiento del dogma las palabras "de manera que sean para nosotros". Ese "para nosotros" introduce el subjetivismo y una concepción absolutamente protestante del misterio eucarístico.
El milagro de la transubstanciación hace que objetivamente se hagan presentes sobre el altar el Cuerpo y la Sangre de Cristo, operándose verdaderamente una conversión en las especies. No son "para nosotros" los creyentes sino en sí mismas Cuerpo y Sangre de Cristo. La presencia de Cristo en las especies consagradas no se reduce a una presencia espiritual, ni es una presencia subjetiva: para la comunidad. Es una presencia, como venimos diciendo, substancial, verdadera, real. La Eucaristía no representa a Cristo sino que es el mismo Cristo.
Nos econtramos en el núcleo mismo de la fe que diferencia a los católicos de los protestantes.
No es una cuestión de palabras, de importancia menor. Se trata, como afirmaba Santo Tomás, que se peca contra la fe no sólo negándola sino también ocultándola o silenciándola.
A fuerza de repetir y escuchar fórmulas dudosas, o como es el caso erróneas, se pone en peligro la fe de los creyentes que pueden acabar olvidando aquellas verdades que no se afirman explícitamente y con claridad.

jueves, 12 de abril de 2007

TAMBIÉN EL SANCTUS HA SIDO "CORREGIDO"

"En la aclamación que sigue al Prefacio, es decir, en el Sanctus, se traduce Dominus Deus Sabaoth por el Señor, Dios del Universo.
La voz hebrea Sabaoth significa de los Ejércitos, y se refiere tanto a los Ejércitos de la Iglesia triunfante (los Ángeles y Santos del cielo) como a los Ejércitos de la Iglesia militante o peregrinante. Queda silenciado, por tanto, el carácter de milicia de Cristo que debemos tener los fieles cristianos, tanto en el ámbito individual, como familiar, como social". (Daniel Boira. Revista Roma)
No deja de ser curioso el abandono del término Dios de los Ejércitos, de indudables resonancias bíblicas, por el Dios del universo tan del gusto de los masones...

miércoles, 11 de abril de 2007

EL PADRE SANTIAGO AGRELO, OFM, NUEVO ARZOBISPO DE TÁNGER

11/04/07.- El Papa ha nombrado arzobispo de Tánger (MARRUECOS) al padre Santiago AGRELO MARTÍNEZ, O.F.M., profesor en el “Instituto Teológico Compostelano” y párroco en parroquias rurales. Curriculum vitae: El padre Santiago AGRELO MARTINEZ, nació el 20 de junio de 1942. Estudió en el S eminario Menor franciscano de Herbón-Padrón (Coruña); amplió Filosofía y Teología en el Teologado franciscano de Ponteareas (Pontevedra) y en la Universidad Pontificia de Salamanca. Se especializó en Liturgia en el Anselmiano de Roma, donde se doctoró. Pertenece a la Orden de los Hermanos Menores de la Provincia de Santiago de Compostela, donde hizo sus votos solemnes el 23 de diciembre de 1963. Fue ordenado sacerdote en Salamanca el 13 de agosto de 1966. Durante muchos años ha sido profesor de Liturgia en el Antonianum de Roma y, desde 1986, es profesor de Liturgia y de Teología Espiritual de Santiago de Compostela. Ha sido profesor espiritual del Seminario Menor franciscano de Herbón; maestro-formador en Santiago; secretario provincial; definidor provincial; vicario provincial; moderador para la formación permanente. Además ha sido visitador general de la provincia franciscana de Portugal y del Pontificio Ateneo Antonianum en Roma. Ha sido también ecónomo de la Provincia de Santiago. Actualmente ejerce de párroco en parroquias rurales de la diócesis de Astorga.

martes, 10 de abril de 2007

TRADUCCIÓN INCORRECTA DEL OFERTORIO

Continuamos con el estudio realizado por Daniel Boira y publicado en la Revista Roma. No vamos a tratar aquí de la destrucción total del ofertorio conforme al Misal de San Pío V, que ya de por sí es de una gravedad considerable. Simplemente reseñamos las diferencias entre el texto latino y la traducción oficial del Misal de Pablo VI en lengua española.
"En el Ofertorio del pan y del vino se traduce tibi offerimus por te presentamos, en lugar de te ofrecemos. Obsérvese que el verbo ofrecer (en latín, pres. ind; offero; pret. perf. ind. obtuli; sup; oblatum; inf. oferre) posee cierto sentido sagrado, del cual carece el verbo presentar.
En el mismo Ofertorio del pan y del vino, el Misal de Pablo VI, además del tibi offerimus, dice: nobis fiet panis vitae y nobis fiet potus spiritalis respectivamente. Son ambiguas las traducciones de la liturgia "oficial" castellana: será para nosotros pan de vida y será para nosotros bebida de salvación. Por otra parte, el verbo latino fio (pres. ind.) factus sum (pret. perf. ind.), fieri (inf.), significa hacerse, convertirse. El pronombre personal latino nobis es el dativo antepuesto al verbo. Al traducirse por será para nosotros inducimos a los fieles al error subjetivista, pues tal como está traducido puede muy bien interpretarse que el pan y el vino "serán" "pan de vida" y "bebida de salvación", no en realidad, como sucede objetivamente en el caso de que haya verdadera consagración, sino tan sólo "para nosotros", es decir, "según nosotros", los católicos. Pero esta interpretación subjetivista no es católica, sino herética, liberal y modernista.
He aquí la traducción correcta: se nos convertirá en el Pan de vida, se nos convertirá en la Bebida espiritual. Ya sabemos que el latín carece de artículos, pero, al traducir, creemos que es mejor anteponer el artículo determinado a Pan de vida y a Bebida espiritual, por tratarse del mismo Cristo, Dios y Hombre, que es el Pan de vida y la Bebida espiritual por antonomasia.
A pesar de que en el Misal de Pablo VI está la expresión tibi offerimus tanto en el Ofertorio del pan como en el del vino, nos ha sorprendido que, en el opúsculo de B.A.C. "Nuevas normas de la Misa", se afirme gratuitamente: "Obsérvese que el Ordo Missae ha cambiado el sentido de este rito, pues se ha pasado de un sentido directo de ofertorio a una simple presentación y colocación sobre el altar de los dones que serán "pan de vida" y "bebida de salvación". No comprendemos cómo pueden llegarse a imprimir afirmaciones tan grotescas".
Sin embargo, esta es la enseñanza que se viene impartiendo en los Seminarios y Facultades en las que se forman los futuros sacerdotes. Enseñanza asumida hoy practicamente por todos los docentes, incluidos todos aquellos que están vinculados a los grupos aparentemente más tradicionales, conservadores y seguros en doctrina.
Por si alguno no cae en la cuenta la afirmación de que el pan y el vino serán para nosotros pan de vida y bebida de salvación es una verdadera monstruosidad que poco a poco ha ido ocultando el dogma de la transubstanciación. Nunca ese pan, ni ese vino serán pan de vida ni bebida de salvación. El verbo ser no implica de por sí cambio alguno en la sustancia del pan y del vino.
En todo caso se transformarán en pan de vida y en bebida de salvación, es decir, en el Cuerpo y en la Sangre adorable del Señor.
Esta no es más que otra sencilla muestra de cómo a través de la corrupción del lenguaje se corrompen los conceptos, y consecuentemente se corrompe la misma fe católica.

lunes, 9 de abril de 2007

MALAS TRADUCCIONES AL CASTELLANO DEL MISAL DE PABLO VI

Recuperamos algunos artículos muy interesantes de la Revista Roma, publicada en los años 80 en Argentina, que pueden ayudarnos a tomar conciencia de las deficiencias habidas en la última reforma litúrgica. En esta serie que comenzamos hoy vamos a ocuparnos de la traducción del latín al castellano del Misal de Pablo VI. Es importante que caigamos en la cuenta de que no se trata sólo de una alteración de términos sino de conceptos. A toda la problemática del nuevo Misal hay que añadir también el problema de las traducciones a las distintas lenguas nacionales.
La "Instrucción de la Sagrada Congregación de Ritos para ordenar rectamente el cumplimiento de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia", del 26 de septiembre de 1964, preceptúa en su número 40: "Las traducciones de los textos litúrgicos a las lenguas populares háganse sobre el texto litúrgico latino". Veremos en la serie de artículos siguientes como en el Misal castellano no se ha respetado tal mandato. Dicho estudio ha sido realizado por Daniel Boira.
I. EL GLORIA
En el Himno de alabanza (Gloria), la liturgia "oficial" española traduce et in terra pax hominibus bonae voluntatis,del Misal de Pablo VI, por y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Se dice que esta traducción está calcada del Evangelio de San Lucas en su original griego.
Veamos lo que dice el texto original de San Lucas, transcrito en caracteres latinos: Dóxa en hypsístois Theo kai epi ges eiréne en athrópois eudokías ( Lc 2, 14).
Comparemos este texto original con la Vulgata latina de San Jerónimo:
Dóxa = Gloria
en hypsístois= in altissimis (in excelsis)
Theo= Deo
kai= et
epi ges= in terra
eiréne= pax
en anthrópois= hominibus
eudokías= bonae voluntatis.
La última palabra del versículo citado de San Lucas (eudokías), al terminar en "sigma", indica que está en genitivo, y quiere decir de buena voluntad (bonae voluntatis).
Ya sabemos que Dios ofrece su paz a todos los hombres, pero en el citado versículo del Evangelio trata sólo de la paz que ya poseen los hombres de "buena voluntad".

FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN A TODOS LOS LECTORES

CHRISTUS HERI ET HODIE,
PRINCIPIUM ET FINIS.
ALPHA ET OMEGA.
IPSIUS SUNT TEMPORA ET SAECULA.
IPSI GLORIA ET IMPERIUM
PER UNIVERSA AETERNITATIS SAECULA.
PER SUA SANCTA VULNERA, GLORIOSA,
CUSTODIAT ET CONSERVET NOS,
CHRISTUS DOMINUS.

viernes, 6 de abril de 2007

SÁBADO SANTO PARA ACOMPAÑAR A NUESTRA MADRE EN SU SOLEDAD

Stabat Mater dolorosa juxta crucem lacrimosa, dum pendebat Filius. Cuius animan gementem, contristatam et dolentem pertransivit gladius. O quam tristis et afflicta fuit illa benedicta Mater Unigeniti! Quae maerebat et dolebat, Pía Mater, dum videbat nati poenas inclyti. Quis est homo, qui non fleret, Matrem Christi si videret in tanto supplicio?

miércoles, 4 de abril de 2007

ULTIMA HORA: SE EDITA EN ITALIA EL COMPENDIO DE LITURGIA PRÁCTICA, SEGÚN EL RITO DE SAN PÍO V, CON PRÓLOGO DEL CARDENAL CASTRILLÓN HOYOS

Se acaba de publicar en Roma la reedición del Compendio de liturgia práctica. Está prologado por el cardenal Castrillón, Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei. El prólogo está fechado a 2 de abril, Lunes Santo de 2007.
Todo parece apuntar a la próxima publicación del Motu proprio.
Es realmente triste y preocupante la absoluta indiferencia del catolicismo español respecto al momento histórico en el plano litúrgico que se está viviendo en la Iglesia.
Traducido por Primus.
Prólogo del cardenal Castrillón:
"La reedición de la obra del Padre Trimeloni, después de cuarenta y cinco años de su segunda edición, se inscribe en el surco de las iniciativas dirigidas a manifestar el justo valor del rito extraordinario de la Iglesia latina, dicho de San Pío V.
El Santo Padre, de quien es evidente la profunda sensibilidad litúrgica, se sirve de la actividad de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei propiamente para que en la diversidad de las formas cultuales pueda resplandecer la riqueza de los tesoros de la fe y de la espiritualidad de la Esposa de Cristo, puesto que "la relación entre el misterio creído y celebrado se manifiesta de manera peculiar en el valor teológico y litúrgico de la belleza. La liturgia, en efecto, como el resto de la Revelación cristiana, tiene un intrínseco ligamen con la belleza: es esplendor de la verdad", como ha recordado Benedicto XVI en la Exhortación apostólica "Sacramentum Caritatis" ( nº 35).
Por esta razón considero que el compendio de liturgia práctica, que resultó tan útil a los sacerdotes después de la gran reforma del Beato Juan XXIII, pueda en esta nueva edición contribuir a ofrecer nuevamente hoy una significativa ayuda al descubrimiento del ars celebrandi a todos los que, en espíritu de plena comunión con el Vicario de Cristo y en la obediencia a los Sagrados Pastores, desean seguir las rúbricas litúrgicas de 1962".
Ciudad del Vaticano, Lunes Santo 2007
Darío card. Castrillón Hoyos
Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei

"LE FIGARO MAGAZINE" ENTREVISTA AL CARDENAL SECRETARIO DE ESTADO

"Le Figaro Magazine" del 31 de marzo de 2007 publica una entrevista realizada al cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado Vaticano, y que hoy mismo ha sido nombrado por Su Santidad el Papa Camarlengo de la Santa Iglesia Romana.
Al ser interrogado acerca de la Exhortación Apostólica "Sacramentum Caritatis", Su Eminencia afirma que "El Santo Padre reclama a los obispos, a los sacerdotes y a los fieles una auténtica aplicación de los textos del concilio, por ejemplo el uso del latín y del gregoriano, que la reforma de Pablo VI nunca ha proscrito, al contrario, quería conservarlos en su justo lugar".
Acerca de los abusos respecto de la Sagrada Liturgia, dice el cardenal: "La aplicación de las grandes orientaciones del concilio desdichadamente han podido conocer traducciones más o menos erróneas que conducen a un notable empobrecimiento. Los frutos de la reforma litúrgica del concilio no son por esto menos considerables. Es cierto que los abusos deben ser combatidos, porque una parte del pueblo cristiano se ha alejado de la Iglesia a causa de estas prácticas abusivas. Los errores no están en los textos del concilio sino en los comportamientos de quienes han pretendido interpretar a su modo la reforma litúrgica del Vaticano II".
Acerca del posible Motu Proprio, que permitiría la libre celebración de la llamada Misa de San
Pío V, las palabras de Monseñor Bertone son de absoluta claridad: "El valor de la reforma conciliar permanece intacto.Pero para no perder el gran patrimonio litúrgico dado por San Pío V y para acceder al deseo de los fieles que quieren asistir a la Misa según este rito, en el marco del Misal publicado en 1962 por el Papa Juan XXIII, con su calendario propio, NO HAY NINGUNA RAZÓN VÁLIDA para no conceder a los sacerdotes de todo el mundo el derecho de celebrar según esta forma".
Gracias a Dios las palabras de su Eminencia parecen anunciar el final de una tiranía espantosa que durante más de treinta años se ha ejercido en la Iglesia, causando amargura y muchos sufrimientos a miles de sacerdotes, de religiosos y de fieles que se vieron arrinconados, acallados y perseguidos por el único pecado de querer permanecer fieles al venerable rito de la Santa Misa codificada por San Pío V, el rito bimilenario de la Iglesia, el rito en el que se santificaron la inmensa mayoría de los santos. Con cuánta arrogancia, con cuánta soberbia, con cuánto despotismo, con cuánta falta de caridad se ha actuado. Y es que una vez más queda demostrado que no hay nadie más sectario que un liberal. Con creces lo vienen demostrando todos los liberales que hasta nuestros días se han hecho con el poder en la Iglesia.
¡ADELANTE, SANTO PADRE. NO TEMA A LOS LOBOS!